El Barco

Son dos los puestos que interesan en una embarcación. Sin contar el enlace de los dos, que, como siempre ayuda a entenderse. Entonces serían tres. El patrón, el cocinero y el mecánico.

El mecánico siempre estará buscando la tuerca que al tocarla el mando del barco haia replantearse el rumbo. Pero hay demasidas. Y cuesta encontrala sin el acceso de la popa y así, a la cocina.

La cocina siempre está sucia, como parte de las máquinas estancas. Lo que pasa que la suciedad de las cocinas tienen vida.

La vida para un mecánico puede ser igual de útil para todos los departamentos del un barco. Cómo ayuda o comida. Aunque está más relacionado con la muerte y con los desechos generales de la organización.

Llega un momento en el que los tres puestos del barco llegan a la Catarsis. Llegan a un punto donde se tienen que poner de acuerdo. Y eso es básicamente imposible.

Parar máquinas, cambiar de rumbo y no morir en el intento.

Sólo el de máquinas sabe que hacer en estos casos

En cuanto la gente coje una rutina y trabaja en equipo se puede dejar una máquina funcionando 24 siete. Con la debida alimentación e hidratación. Y debido mando.

La cocina ahí entra en decisión para el mando. Por que tiene que mantener el ritmo en harmonia con las demás decisiones, como por ejemplo Puente.

Y de repente hay mando, hay inercia y hay timón

Ahora se trata de llevar en tiempo con decencia y llevar rutinas de mantenimiento para el desgaste generado por el movimiento.

Pero hay que tener en cuenta que el próximo cambio de rumbo, tendrá que pasar por el mismo proceso


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